CAMALEÓN — La “caída del Sistema” en 1988
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Alfredo Bielma Villanueva
Sin duda, la reforma política de 1977 dio acentuado impulso a la evolución democrática de nuestro país, y fue en la elección intermedia de 1979 cuando se puso en práctica pues por vez primera entraron en funciones diputados elegidos por los principios de mayoría relativa y de representación proporcional, mejor conocidos como “plurinominales. Pero es en la elección federal de 1982 en la que podemos encontrar puntos de referencia más precisos para establecer el proceso del cambio a partir de los porcentajes de votos agenciados por el PRI que lo categorizaban como un partido hegemónico: en esa elección, solo en tres estados el PRI obtuvo menos del 60% de los votos: el Estado de México 59%, Baja California 56% y el Distrito Federal 52%; en términos generales el voto para presidente alcanzó un elevado 71% de la votación que hizo presidente a Miguel de la Madrid. Pero, solo seis años después, en 1988, los números variaron sustantivamente, porque entonces el PRI obtuvo el 51% de la votación general y fueron varios los estados en donde no alcanzó el 50%: Baja California 35%; Distrito Federal 27%; Guanajuato 44%; Jalisco 43%; Estado de México 30%, Michoacán 23%. Es decir, hubo un muy notable cambio en el comportamiento electoral de la ciudadanía pues el PRI ya no alcanzó el 70% de la votación general. Cárdenas obtuvo 30% de la votación total, mientras Manuel Cloutier el 17%, un porcentaje del PAN semejante al de 1982 cuando postuló a Pablo Emilio Madero. Las cifras oficiales señalan que en 1988 Cárdenas alcanzó elevados porcentajes en el Distrito Federal (49%); Estado de México (52%), Michoacán (64%); Baja California (37%), Colima (35%), Guerrero (36%). Morelos (58%), Tlaxcala (31%), Veracruz (31%), Oaxaca (30%), Tamaulipas (30%).
Fue ciertamente una votación extraordinariamente diferente a todas las anteriores, se dice que cuando llegaron los primeros resultados al conocimiento del presidente de la Madrid hubo alarma, de allí “la caída del sistema”. Años después, en Milenio se publicó una entrevista al expresidente Miguel de la Madrid, quien a pregunta expresa respondió: “Mire usted, lo que pasó ese día de las elecciones es que las autoridades del Registro Federal de Electores habían prometido que se darían informaciones del sistema y entonces los primeros resultados que llegaron al centro efectivamente favorecían a Cuauhtémoc Cárdenas. Yo consideré que esa tendencia no iba a prevalecer cuando ya se recibieran los resultados del resto de la República y entonces autoricé al secretario de Gobernación, Manuel Bartlett, para que se abstuviese de dar informes parciales y que se esperara hasta recibir un mayor volumen de la información para darlo a conocer. Yo di la orden, no el secretario Bartlett”. Los números hablan, lo demás es narrativa política sesgada a conveniencia de las partes.