Datos del INEGI contradicen discurso de gobernantes veracruzanos

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Dr. Rafael Vela Martínez.

Para quienes nos dedicamos a la investigación académica, tenemos la expresión de lo que conocemos como “dato duro”. ¿Qué significa esta expresión y por qué es importante? El dato duro se refiere a la información en su forma más elemental y sin procesar. Es información pura, sin adjetivos. Estos datos son la base de la toma de decisiones y el análisis en diversas áreas de la sociedad, desde la ciencia y la tecnología hasta la economía y la política. El dato duro es fundamental para confirmar o desmentir cualquier expresión de políticos y gobernantes que argumentan que todo va muy bien, incluso mejor que antes. El dato duro no es otra cosa que las cifras que, en este caso dan conocer las instituciones y que advierten de la situación que prevalece en la realidad; al respecto, la realidad económica.

En días anteriores se dio a conocer por el INEGI los resultados nacionales y por entidad federativa de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH) para el año 2022. A nivel nacional se estimó que entre 2020 y 2022, el ingreso corriente promedio de los hogares mexicanos subió 11%, en Veracruz fue de 11.4%; esto estaría hablando de que las cosas en la entidad van mejorando; pero lamentablemente no es así, veamos cifras.

La primera información preocupante es que en Veracruz el tamaño de los hogares se está reduciendo, ahora es de 3.20  personas; y se redujo -5.7% entre 2020 y 2022, la cifra es alarmante y las causas son muy diversas, entre ellas los fallecimientos por COVID-19 y la migración debido a la falta de empleo.

El Ingreso corriente promedio por familia es como se señaló de 44, 637 pesos; y si bien es cierto que se incrementó 11.4%; este ingreso en el hogar se estructura por: a) al menos 2 personas que trabajan y aportan todo su dinero; b) apoyos de programas asistenciales; y  c) transferencias directas como remesas. Por su parte, el promedio de ingresos por familia a nivel nacional  es de 63,695 pesos al trimestre, muy lejos del ingreso de las familias veracruzanas; incluso, para Baja California, el ingreso promedio de los hogares es de 91,417 pesos; lo que es más del doble del ingreso que perciben los hogares de los veracruzanos.

Si se desglosa el ingreso de los hogares, tenemos que para Veracruz el ingreso por concepto de trabajo es de 27,152  pesos trimestrales; lo que significa un ingreso de 13,557 pesos trimestrales por cada uno de los 2 trabajadores que aportan dinero al hogar; es decir, un ingreso mensual promedio de aproximadamente 4,525 pesos, resultado de ganar alrededor de 150 pesos diarios: triste realidad.

En otras palabras, el ingreso promedio de los trabajadores veracruzanos es inferior al salario mínimo para el 2023,  que es de 207.44 pesos diarios.  ¿Cuál es la razón? Es sencilla, esto se debe a que en Veracruz las administraciones gubernamentales, incluyendo a la actual, no han generado las condiciones para crear empleos; y debido a esta razón, el veracruzano se ve en la necesidad de autoemplearse, y muchos de ellos caen en el rubro de trabajadores informales, que en porcentaje asciende a cerca del 67% del total de los trabajadores que generan la riqueza en Veracruz.

Este escenario por sí mismo es ya muy adverso a los veracruzanos, y lo peor del caso es que ese incremento del 11.4% en el ingreso de los hogares no significa ningún beneficio sustantivo, por el contrario, en los dos últimos años se tiene menor poder adquisitivo  por parte de las familias, pues la inflación entre diciembre de 2020 y diciembre de 2022, ha subido 15.75%, de acuerdo con la calculadora de inflación del INEGI; peor aún, con base en ese software del INEGI, entre junio del 2020 y junio del 2023 la inflación ha sido del 20.11%; y si se quiere conocer la inflación acumulada en lo que va de la actual administración de gobierno federal, pues asciende a 24.45% entre diciembre de 2018 y junio del 2023; de este tamaño es la pérdida del poder adquisitivo de las familias mexicanas.

Pero incluso, nos estamos refiriendo a la inflación subyacente, la que no considera el encarecimiento de los alimentos no procesados y el incremento de las gasolinas, del gas, de la energía eléctrica, entre otros. Si se considera la inflación no subyacente, la que realmente enfrentan las familias todos los días, pues esta asciende alrededor de 42%. Por eso es que las expresiones más recurrentes hoy en día son: ¡Ya no alcanza el dinero para nada! Y así es, efectivamente,  la pérdida del poder adquisitivo en el gasto corriente de las familias es justamente del 42%. Se podrían presentar más cifras acerca de la lamentable situación que enfrentamos los veracruzanos, sin embargo, esta información oficial, estos datos duros, sin adjetivos, cuestionan en sí mismos el discurso triunfalista de los políticos y gobernantes.

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