Destemplada respuesta de Cuitláhuac a carta institucional de Lorenzo Córdoba
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Pluriverso panóptico social
Ante un respetuoso mensaje institucional que le envió con fecha 28 de marzo, el aún presidente del Consejo General del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdoba Vianello, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez le responde hoy en términos destemplados y amenazantes y dice que le dio risa su despedida.
García Jiménez se ufana publicando ambas misivas en sus redes sociales.
El ex dirigente del INE le dice al mandatario veracruzano:
“El Instituto Nacional electoral es un órgano constitucional autónomo del estado mexicano que, sin perjuicio de ejercer y defender plenamente (su) autonomía ha mantenido en todo momento constructivas relaciones institucionales de trabajo y colaboración con otros órganos del propio Estado y del gobierno tanto en el ámbito federal como en el estatal en la atención de asuntos trascendentes para la vida nacional”.
“Al concluir este periodo al frente de la presidencia del Consejo General del Instituto Nacional Electoral -continúa- le reitero mi respeto y hago votos porque se siga fortaleciendo la institucionalidad democrática que tanto ha costado construir y que siempre será necesaria para la paz pública y el desarrollo de nuestro país”.
Lleno de soberbia, Cuitláhuac le responde: “No se confunda, usted siempre defendió la antidemocracia y sin embargo, a pesar de gente como usted enclavados en el Instituto Nacional Electoral, el pueblo logró un triunfo aplastante e Irreversible a favor de transformar el país. Lamentablemente, no supo usted leer el histórico cambio que se generó en las elecciones del 2018 o más bien tal vez sí y al saber el resultado a favor del ahora presidente de México, Lic. Andrés Manuel López Obrador, apoyado por decenas de millones del pueblo supo usted interpretar que el régimen de corrupción al que usted perteneció empezaba a llegar a su fin y que de ahí hayan surgido sus desesperados intentos por impedir una democracia plena legítima y participativa que lo sepultaría”.
Concluye con una amenaza sectaria: “… no se despida como dando por terminada toda su función pública En definitiva aún le queda aclarar las observaciones que el contralor interno del INE entregó a la Cámara de Diputados. Estaremos pendientes. Por lo pronto, con el gusto y la sonrisa de tener una misiva de despedida de su parte que me alegró el día, quedo de usted”.
