ACERTIJOS — El recuento de los daños

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*De un gringo: “Estos crímenes suceden a mexicanos y americanos continuamente y es tiempo de exigir resultados diferentes a nuestras autoridades en ambas naciones. La lucha contra el crimen debe ser un esfuerzo binacional”. Camelot

Gilberto Haaz Diez

El crimen en Mata-moros, pegó de lleno en la conciencia de Palacio Nacional. No solo liquidaron dos americanos y a dos les lesionaron y secuestraron, también murió una mujer mexicana, que nadie menciona, víctima del fuego de estos animales. Mientras se especulaba quiénes eran y cómo los habían cazado, la muerte se aproximaba a Palacio Nacional, golpeaba al presidente y su fallido equipo de seguridad. Las noticias corrían a la velocidad del rayo, cuando descubrieron que eran americanos y las cadenas gringas, todas, lanzaban la noticia al mundo, lo que calentó al inquilino AMLO. Las imágenes impactaban. Unas seis camionetas siguieron a una camioneta americana y dispararon contra sus ocupantes, dos de ellos quedaron tendidos en el piso y el video muestra que uno de ellos es arrastrado como perro por el suelo, según se quejó su madre, cuando vio el video. Actúan con tanta impunidad esos delincuentes, que se toman el tiempo que quieran para subir a los cadáveres y secuestrados a la camioneta. No importándoles quién pase o vea. Saben que ese es territorio de ellos y se han apoderado de las ciudades, donde los gobernadores, de Morena y del partido que sean, voltean para otro lado. Tuvo que ocurrir este crimen y que la Casa Blanca, FBI, DEA y congresistas y amigos que les acompañen, lanzaran mensajes intimidatorios a México, para que los equipos policiacos se pusieran a trabajar, y encontrarlos 92 horas después. Los colectivos protestaban, que por qué con esa celeridad no encontraban a las mujeres cuando eran raptadas en feminicidios. Bueno, se les olvidó que por ellas no va el embajador Ken Salazar dos horas a Palacio Nacional, a meter calambres al equipo de seguridad del presidente.

EL HORNO NO ESTA PARA BOLLOS

Congresistas americanos urgen y presionan al gobierno de Biden a que declare organizaciones terroristas a los carteles, y con esa salvedad y salvoconducto poder venir y entrar por ellos, lógico, con el permiso del gobierno mexicano. En algún tiempo de la Administración Trump, el gringo loco quería entrar a la frontera y llenar de plomo a los carteles, con sus Black Hawn y su tecnología de punta y drones como los que usan en Irak. Sus asesores le convencieron que no lo hiciera, pero a punto estuvo. Acusan a los mexicanos de proteger a los narcos, desde el presidente AMLO a quien el exfiscal de Donald Trump, William Barr: lo señala como “el principal facilitador de los carteles”, me imagino que por aquello de abrazos y no balazos. Remató: “Los cárteles tienen a México en un dominio absoluto como el de una pitón y no podemos aceptar un narcoestado fallido en nuestra frontera. En realidad, AMLO no está dispuesto a tomar medidas que desafíen seriamente a los cárteles. Los protege invocando constantemente la soberanía de México para impedir que Estados Unidos tome medidas efectivas”.

El otro que tuvo un clinch, fue el senador Ricardo Monreal, que se envolvió en la bandera de la patria y lanzó maldiciones y rechazos, el congresista americano, Dan Crenshaw le puso su estate-quieto, solo le escribió esto: “¿Los líderes del cártel escribieron este tuit por ti?”. Moles. Ya antes el mismo senador le había enviado otro a AMLO: “Señor presidente, ¿está usted con el pueblo o con los cárteles?”.

La verdad es que desde la óptica americana ya ven a este gobierno como solapador de los cárteles, desde aquella escena cuando el presidente dio la orden y liberó al hijo del Chapo, al Ovidio que ahora no es Ovidio y ya nos nació otro Mario Aburto, con sus mil dobles, desde ese maldito tiempo piensan que el de México es un estado protector del narcotráfico. Y eso tendrá consecuencias. Ayer mismo, en una mesa redonda en el Financiero Bloomberg, Salvador Camarena, un experto en seguridad, hablaba del peligro de México y su gobierno al seguir poniendo la imagen como protectores del narcotráfico. Fue una confusión, dijo el gobernador tamaulipeco, pero con quién o quiénes los confundieron. Se habla de que, al cambio de este gobierno estatal, cuando llegó este gobernador de Morena, las cosas comenzaron a descomponerse, porque el gobernador Villarreal volteó para el otro lado. Y así hay más estados, gobernadores que miran para otro lado: Guerrero, Michoacán, Tamaulipas, Chihuahua, Zacatecas, y algunos etcéteras.

No deben olvidar que un día un gobierno americano, con el pretexto de las drogas, se fue hasta Panamá de picnic y derrocaron a ese gobierno y se llevaron a su presidente encadenado, a purgar sentencia en cárceles americanas. El cara de piña, Antonio Noriega, debe servir de ejemplo a que los presidentes se miren en ese espejo cada mañana, mas México, que las 150 mil muertes de mexicanos en lo que va del sexenio, y los 100 mil americanos muertos por el fentanilo cada año, ya debían preocupar al inquilino de Palacio Nacional y atacarlos, como dijera Churchill, en tiempos de guerra: “A los que solo conocen el lenguaje de la violencia hay que hablarles en su mismo idioma”.

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