ACERTIJOS — MONREAL VS EL CUI

*La venganza es un plato que se come frio. Camelot.

Gilberto Haaz Diez

Un avezado político le dijo a un gobernador: Empieza a arreglar tus cosas, pon en orden todo y deja tus tres cartas. Las tres eran para su sucesor, en la primera le platicaba como encontró el gobierno, en la segunda le decía que le deseaba suerte y en la tercera le decía que, hiciera sus tres cartas y se pintara de colores. El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez tiene muchos frentes abiertos, como en la Segunda Guerra Mundial, cuando Hitler abrió tres frentes de guerra y le dieron la paliza de su vida. El Cui tiene enemigos y adversarios al frente, muchos de ellos llegarán a ser poderosos en el cambio de gobierno. Agraviaron a mucha gente y creen que se saldrán con la suya, me dijo un político veracruzano. Ayer mismo, Noemí Valdés, reportera de Notiver, entrevistó a Ricardo Monreal, un político marrullero y listo, con quien el Cui tiene un pendiente, o varios. Una vez le apresó a su colaborador, José Manuel Rio Virgen y por más que venía el poderoso senador a Pacho Viejo, ni siquiera lo dejaron entrar. Monreal dijo que no lo van a proteger. Solo están esperando que salga, me imagino. El otro al que se la debe es a Dante Delgado Rannauro, por la misma causa. Y el mismo José Manuel quizá sea candidato a gobernador de MC y, si gana, cuidado, mucho cuidado, diría José José. Lucha ahora junto a su fiscala y minimiza a Rosario Piedra Ibarra, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, una pobre mujer que no sirve para nada, más que para palera, pero a quien Cuitláhuac le dijo casi que era una inútil. Le debe unas a los equipos de Marcelo Ebrard, historias que pronto saldrán a la luz y ha trascendido que también al poderoso Adán Augusto López, por todas las maldades que le han hecho a su pupilo, Cheko Gutiérrez Luna. Esa historia veracruzana tendrá un final, cuando llegue el momento de las venganzas y los rencores, cuando llegue la noche de los cuchillos largos.

EL GRAN CANELO ALVAREZ

Canelo peleará en Guadalajara, en el estadio de las Chivas, los boletos van desde 350 pesos hasta 50 mil. Lo llenará, sin duda, Canelo tiene todos los palmarés del boxeo, en un tiempo que ya no tenemos mexicanos como los hubo desde Julio César Chávez, Ratón Macías, Púas Olivares, Salvador Sánchez, Juan Manuel Márquez, Marco Antonio Barrera, Vicente Saldivar, Carlos Zarate, Erick Morales, Miguel Canto, Finito López. Hubo una época en que brillaban, desde el tiempo de George Parnassus, el gran promotor judío que puso en el mapa al boxeo mexicano. En su ring de Inglewood, California, por allí desfilaron todas esas estrellas del boxeo mexicano. No había país que tuviera más boxeadores encumbrados, ni los mismos Estados Unidos. Luego llegó Don King, y también aupó a varios boxeadores. Pero hoy no quiero comentar del Canelo boxeador, sino del hombre que con su filantropía ayuda a muchísima gente. A la muy pobre y desvalida. Ojalá y el mundo tuviera cien mil Canelos, sería un mundo menos pesado. Hace no mucho una niña le escribió en las redes: “Buenas tardes señor Canelo, ¿nos puede reglar algún objeto suyo firmado por favor? Mi mamá tiene un tumor cerebral que es muy grande, ¿nos puede ayudar? Mi hermana podrá hacer una rifa para conseguir dinero. Queremos ser felices para jugar, brincar, y hacer todo, y dibujar. Qué Dios lo bendiga, eres el mejor. Gracias”, pide la niña a través de un video difundido en redes sociales.

Al conocerlo, el Canelo los buscó. No les dio ningún objeto, les pagó la operación que fue del orden de 500 mil pesos.

Ha ayudado a muchísimos más. No le gusta que se publiciten las ayudas, pero trascienden, es por eso que es un boxeador y mexicano admirado. Y que siga triunfando en los rings para que, con su dinero, bien ganado, siga ayudando a niños mexicanos y a madres y padres. Larga vida al Canelo.

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