AL ESTILO MATHEY – El gober y los periodistas

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Gustavo Cadena Mathey

Buen día apreciado lector:

¡Vaya! que estamos tan hartos con eso que se habla y se escucha todos los días y en todas partes: de política, de presidentes y gobernadores mañaneros y machuchones; de aspiracionistas, de contras y de periodistas; de serios problemas entre el gobierno y un amplio sector de la sociedad que hoy aquejan al país y dividen hasta a las familias más archirecontrasolidificadas.

Por lo mismo, como escribió Ibiza Melián, en El Poder del Símbolo, “para encontrar soluciones a los problemas que aquejan a nuestra compleja época hemos de retroceder en el camino andado, escudriñar en el pasado para aprender de él y avanzar hacia un futuro mejor que nos integre a todos”.

Por lo mismo, pues para variar entonces hoy les platico ¡de gobernadores y de periodistas!, bueno, nomás de uno; de uno que gobernó Veracruz también en época complicada, que también era apapachado por el Presidente en turno y quien, como Don Adolfo Ruiz Cortines, conforme pasa el tiempo, en vez de decrecer superada por el trabajo de quienes le siguieron, su figura se agiganta: Don Agustín Acosta Lagunes.

Llegó en medio de dudas y desconfianzas de la clase política, pero, lo precisó en 2018 su hijo menor Agustín: “Al cabo de poco tiempo las nubes del escepticismo se disiparon, Acosta Lagunes demostró que no era sólo un tecnócrata sino un político enérgico y a la vez sensible”.

Pese al carácter, Don Disgustín supo cultivar el diálogo inteligente y divertido y buenas amistades con los periodistas, no para que se hablara bien de él, sino para mantener siempre un canal de comunicación por el bien de Veracruz y de los veracruzanos.

Supo manejar con inteligencia y austeridad el presupuesto oficial; en su gobierno no se habló de despilfarros ni raterías y siempre se sabía y se veía la impresionante obra material que supervisaba personalmente, acompañado de periodistas; una magna e impresionante obra material que a la vez se traducía en su obra política, en tiempos en que los gobernantes eran queridos y respetados, y sí, también cuestionados, pero finalmente reconocidos.

Así fue y así es, AAL gobernó el estado de Veracruz con dignidad, sapiencia y honorabilidad. Y ese es el ejemplo del que más se debía hablar y…, aprender. Tenga el lector paz y armonía en su hogar. Cuídese y cuide el agua y las plantas.

gustavocadenamathey@hotmail.com).

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