AL PIE DE LA LETRA — Cisneros: segunda llamada

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Raymundo Jiménez

En menos de un mes, el secretario de Gobierno, Eric Cisneros, recibió ayer por segunda ocasión la misma recomendación del presidente Andrés Manuel López Obrador: si quiere ser candidato a gobernador debe renunciar a su cargo ya, y que en vez de publicitarse con costosos anuncios espectaculares, pinta de bardas y pago de parapentes se dedique a recorrer la entidad casa por casa y a entregar volantes para que lo conozcan y sepan de su aspiración.

Esta sugerencia del jefe del Ejecutivo federal a un funcionario estatal de su mismo partido habría sido acatada al instante por el destinatario en el antiguo régimen presidencial priista en el que se formaron el propio López Obrador y otros colaboradores tan allegados al mandatario como Ignacio Ovalle Fernández, exdirector del Segalmex, y Manuel Bartlett, director general de la Comisión Federal de Electricidad y cercano a Rocío Nahle, la más fuerte aspirante de Morena a la gubernatura de Veracruz que como secretaria de Energía encabeza el sector energético.

Durante el priato, si el funcionario aludido no captaba el mensaje o se resistía a tomar ipso facto esa decisión, entonces el gobernador en turno se encargaba de hacer efectiva la instrucción presidencial, en su calidad de jefe político. Pero ahora las reglas del juego parecen haber cambiado con la Cuarta Transformación. Anteayer, por ejemplo, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, delegado federal de la Secretaría del Bienestar –quien también aspira a la gubernatura y ha cuestionado a Cisneros por la opacidad y derroche de recursos en su autopromoción–, al criticar la difusión de una fotografía en la que aparece Nahle con funcionarios y políticos estatales de la 4T, declaró que “muchos no entienden que ya cambiaron las cosas (…) y quisieran regresar a la antigüita”.

“Hay que entender bien qué está pasando para decirlo en español. El viejo régimen acostumbraba que había dedazo y lo instrumentaba un Presidente (de la República); en el caso de los gobiernos estatales, el Gobernador quería decidir quién iba a pasar; y hoy no, ya cambiaron las cosas, muchos no lo entienden, muchos quisieran regresar a la antigüita, pero ahora no, ahora el propio Presidente, para seguir los trabajos de la transformación, que es lo que estamos empeñados, hay un proceso que será el pueblo quien decidirá”, respondió Huerta al preguntársele si había sido invitado a Coatzacoalcos a tomarse la fotografía de grupo en casa de la secretaria de Energía, en la que sólo aparecen los titulares de la Sefiplan y de la SEV, José Luis Lima Franco y Zenyazen Escobar García; el subsecretario de Finanzas y Planeación, Eleazar Guerrero, y el diputado Juan Javier Gómez Cazarín, quien preside la Junta de Coordinación Política del Congreso local. 

¿Será entonces que la pelota sigue suelta en la sucesión estatal, pese al espaldarazo que Claudia Sheinbaum, la más fuerte aspirante presidencial de Morena, le dio a Nahle en Coatzacoalcos y en Catemaco en el par de visitas que hizo la exjefa de Gobierno de Ciudad de México al sur de Veracruz?

¿Por eso es que Eric Cisneros se niega todavía a declinar por la secretaria de Energía? ¿Qué le habrá dicho su amigo Alejandro Esquer Verdugo, el secretario particular del presidente López Obrador?

ADIÓS A DON CARLOS BRITO

Ayer lunes partió hacia la eternidad don Carlos Brito Gómez, quien como subsecretario de Gobierno fue el hombre fuerte en la administración del exgobernador Rafael Hernández Ochoa (1974-1980).

Murió siendo leal al PRI, partido que presidió en un tramo del gobierno de Miguel Alemán Velasco luego de haber sido líder del Congreso local (1998-2000). Dante Delgado, como gobernador sustituto, lo hizo alcalde de Coatzacoalcos tras el trágico fallecimiento del empresario Juan Osorio López al inicio de su trienio municipal (1991-1994). También fue diputado federal. 

En la sucesión presidencial de 2018, Manuel Bartlett, su excondiscípulo en la Facultad de Derecho de la UNAM, lo presentó con Andrés Manuel López Obrador en Coatzacoalcos, pero no lograron convencerlo de enrolarse en las filas de la 4T. “Voy a morir siendo priista”, les dijo.

Gustaba presumir que, en la carrera de leyes, su maestro Jesús Reyes Heroles lo había aprobado con 7 de calificación. “¡Era como sacarle un 10 a don Chucho!”, exclamaba sonriente.

Junto con el entonces líder estudiantil Gonzalo Morgado Huesca, fue uno de los principales testigos de cómo se dio la sucesión gubernamental de 1974, cuando de última hora, tras el veto de Reyes Heroles como dirigente nacional del PRI, se le cayó la nominación al subsecretario de Gobierno, Manuel Carbonell de la Hoz, y la postulación del instituto tricolor recayó en el exsecretario del Trabajo, Rafael Hernández Ochoa, cuya campaña como candidato a diputado federal por el distrito de Misantla había coordinado Brito en 1973.

El 10 de marzo este año, Marlon Ramírez Marín, presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, le organizó un emotivo homenaje que presidió el líder nacional Alejandro Moreno. Por la amistad, cariño y gratitud que le guardaban, fue acompañado hasta por algunos exlíderes y exfuncionarios estatales que ya se habían distanciado del partido tricolor e inclusive renunciaron a su militancia priista.

Descanse en paz, don Carlos. Se le va a extrañar en los desayunos por el parque de Los Tecajetes. 

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