La detención de Cienfuegos muestra la fragilidad de la justicia mexicana.

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Juzguemos a los ex presidentes, insiste López Obrador.

CdMx. Octubre 16.- El presidente López Obrador celebró en la conferencia mañanera la captura del ex secretario de la Defensa Nacional : “Lo del general Cienfuegos nos da la razón, ahora sí que duele tener la razón. Si no podemos hablar de un narcoestado, hablamos de un narcogobierno”, dijo sobre los dos sexenios golpeados por la justicia estadounidense, el de Felipe Calderón (con la detención de García Luna) y el de Peña Nieto, con el arresto del general Cienfuegos.
Esta acción le sirvió, además, para reafirmar la necesidad de la consulta propuesta sobre la investigación de los ex presidentes del país.
El exsecretario de Defensa Salvador Cienfuegos fue arrestado en Los Ángeles a petición de la agencia para el control de drogas estadounidense (DEA) y se le imputan cinco cargos relacionados con crimen organizado.
La detención del militar en retiro sacudió a la política mexicana. Horas después de la captura, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, informó que la justicia estadounidense lo acusa de cinco cargos relacionados con narcotráfico.
Cienfuegos, de 72 años, está siendo investigado por la misma Corte de Nueva York que lleva el caso de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad con Felipe Calderón, y que sentenció a Joaquín El Chapo Guzmán.
Diarios internacionales coinciden en señalar que se trata del golpe más importante al Ejército mexicano desde la detención del militar Jesús Gutiérrez Rebollo en 1997 —considerado el zar antidrogas del Gobierno del expresidente Ernesto Zedillo—, condenado en 2007 a 40 años de prisión por vínculos con el crimen organizado; y la primera vez en la historia de México que se detiene a un exsecretario de Defensa.
En la tarde de este viernes (16.30, hora de México) está prevista una conferencia de prensa desde Estados Unidos para dar más detalles sobre su acusación y el general será trasladado de Los Ángeles a Nueva York, informa la cancillería mexicana. “Es un hecho muy lamentable el que un exsecretario de la Defensa sea detenido acusado por vínculos con el narcotráfico”, declaró Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina, pero aseguró que en México no hay ninguna investigación abierta contra Cienfuegos.
El golpe de la justicia estadounidense del jueves destapa la fragilidad del Estado mexicano, con dos ex altos cargos señalados por crimen organizado fuera de sus fronteras. Dos hombres directamente encargados de la seguridad de México durante las etapas más violentas del país y en las que ambos Gobiernos, el de Calderón y el de Peña Nieto, se habían comprometido con su vecino del norte a combatir con dureza al narco mexicano.
Cienfuegos fue titular de Defensa entre 2012 y 2018, una cartera clave en la continuación de la guerra contra el narcotráfico de Calderón que siguió Peña Nieto hasta el fin de su mandato, aunque con la promesa de operaciones quirúrgicas para el descabezamiento de cárteles y no tanto los enfrentamientos directos de militares y el narco. Antes de su nombramiento en 2012, entre la terna de generales que se debatía el puesto, Cienfuegos destacaba como uno de los militares más influyentes del Ejército y el más experimentado en la diplomacia militar internacional. Nació en Ciudad de México en 1948 y comenzó su carrera en 1964. Fue también inspector y contralor general (funcionario encargado de controlar los gastos públicos) del Ejército y la Fuerza Aérea y comandante de las cuatro regiones militares más azotadas por el narcotráfico.

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