PROSPECTIVA — Champaña para el Tribunal 

3 min read

Loading

Jaime Ríos Otero

Insensible, por lo menos, la magistrada presidenta del Tribunal de Conciliación y Arbitraje de Veracruz no tiene empacho en publicar en su red social de Facebook la gran cantidad de regalos que ha recibido en estos días. Acaso ignora, o simplemente no le importa, que el hecho de recibir obsequios se lo prohíbe específicamente la ley. 

Hace unos días publicó el envío que le hizo el poderoso subsecretario de Finanzas y Administración, Eleazar Guerrero Pérez, de una botella de champaña: “Gracias por el detalle Eleazar Guerrero Pérez fue (sic, sin coma) todo un placer acompañar a tantas mujeres en el día de nuestra conmemoración #8M, UNIDAS construimos lazos más fuertes”, escribió la magistrada, texto que acompañó a la respectiva foto.

Antes de reproducir el fragmento de la ley que le prohíbe, mientras sea servidora pública, recibir presentes de esa índole, cabe reflexionar cuál es la relación institucional de Itzetl Castro Castillo (ojo, es Itzetl, no Itzel). 

El Tribunal de Conciliación y Arbitraje es el órgano jurisdiccional responsable de forzar a la Secretaría de Finanzas y Planeación, directamente a la Subsecretaría de Ingresos de Eleazar, a que pague los laudos a cargo del Gobierno del Estado. Si se emplea la palabra “forzar” es porque el propio gobierno se ha negado antes a pagar, de ahí que los juicios hayan llegado hasta el citado Tribunal. Es decir, se infiere que, si llegaron a este momento procesal, es porque hubo mala fe de los funcionarios estatales y les han regateado sus derechos a los trabajadores. 

Y lo hacen habitualmente. 

¿Cómo puede concebirse que la presidenta del Tribunal observe una conducta imparcial, objetiva y justa para someter a los reacios a la legalidad cuando admite recibir dádivas como la champaña (o el champán, ambas formas válidas) de parte de ellos y, no es difícil anticiparlo, quizá pagado con dinero público?

Pero, además, ¡lo tiene prohibido! 

Ley de Responsabilidades Administrativas del Estado de Veracruz, artículo 5, fracción II: “II. Conducirse con rectitud sin utilizar su empleo, cargo o comisión para obtener o pretender obtener algún beneficio, provecho o ventaja personal o a favor de terceros, ni buscar o aceptar compensaciones, prestaciones, dádivas, obsequios o regalos de cualquier persona u organización;”.

La prohibición no es gratuita. Intenta prevenir la suscripción de compromisos. En el caso, lo que claramente hay es un conflicto de interés, que no tiene otro nombre más que corrupción. 

Al principio usé la palabra insensibilidad para aludir a la conducta de la togada. Me refería a que aparentemente no es consciente de lo que significa recibir momios en su calidad de servidora pública. La otra posibilidad es ignorancia, que no sepa el límite que le pone la ley. Y la tercera es que simplemente “le valga” exponerse a la crítica porque considere que es más ventajoso para ella quedar bien con Eleazar que cuidar su propia imagen. ¿Cuál opción es más indeseable?  

En una nueva publicación, se ve que los regalos siguen y siguen, ahora por el cumpleaños de la también doctora:  Gracias por tanto cariño, me siento muy bendecida y feliz por este cumpleaños disfrutando de grandes alegrías”, escribe, en festejo con el gobernador.  

Es una constante en servidores de la 4T no tener pudor, la ética necesaria para mantenerse al margen de los intereses políticos. Ahora son abiertamente partidistas. Otra publicación de Itzetl así lo indica: “Que siga la transformación #UnidosTodos Eleazar Guerrero Pérez”, posteó el 11 de diciembre en su cuenta de Facebook. 

Trabajadores, ya saben a qué atenerse y no es prometedor. 

Comparte en redes sociales: