SCRIPTA MANENT -Cambiando la historia…

Por Luis E Domínguez R

-Los errores del alcalde de Córdoba y del gobernador de Puebla, al hacer referencia a hechos históricos el pasado jueves, 5 de mayo, llegaron rápidamente a todos los medios nacionales.

Al doctor Juan Martínez, alcalde de la ciudad de los Treinta Caballeros, ni cómo ayudarlo. Se equivocó de todo a todo al ubicar al general Lázaro Cárdenas (quien nació en 1895) al frente del Ejército Mexicano y de los Zacapoaxtlas y demás poblanos que se enfrentaron a los franceses en 1862.

Mi amigo el poblano Luis Miguel Barbosa Huerta, gobernador de su Estado, se vio peor: Preguntó, en su discurso, ¿por qué en Puebla es donde se elige hacerle frente al ejército español?

Pero en ambos casos el cambiar nombres y datos de la historia se debe a sendos errores. Se equivocaron producto de su mala educación cívica y su falta de afición por la lectura. La Historia de México se estudia en Primaria, y se conoce a lo largo de la vida acudiendo a los registros contenidos ampliamente en la literatura, en películas, en documentales, en conferencias…

Pero cambiar la historia con pleno conocimiento de causa, por el interés específico de convertirla en aliado o porque así convenga a intereses, ya es otro cantar. Y en el caso de nuestra Nación, parece que sí sucedió, y que volvió a suceder.

Es conocido el hecho de que Porfirio Díaz ordenó cambiar una fecha importante en la Historia de México. El Grito de Independencia, que tuvo lugar un 16 de septiembre, se colocó en los libros de texto como sucedido un día antes. Por orden presidencial, se ajustó la fecha independentista para que el núcleo de la fiesta que celebraría el centenario de ese hecho fuera el 15 de septiembre de 1910, que coincidía con su cumpleaños 80. Y así se quedó para siempre jamás.

Luego de Porfirio Díaz, Andrés Manuel López Obrador también cambió la Historia nacional. Recordemos que el 30 de septiembre de 2020, en la conferencia mañanera del Presidente, el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard anunció que el 2021 sería un año “dedicado a la independencia y grandeza de México”, y explicó que ya estaba integrada y operando la Comisión Presidencial para la Conmemoración de Hechos, Procesos y Personajes Históricos, presidida por el propio López Obrador.

Dicha Comisión estaría encargada de la organización de las actividades conmemorativas en torno a tres hitos de la historia mexicana, y entre los hitos, estaba la conmemoración de los “700 años” de la fundación de México-Tenochtitlan.

Por supuesto, la polémica inició pronto, por lo que se veía como una “grosera manipulación que se hace de la Historia por parte de la 4T”, al ubicar la fundación de Tenochtitlán en 1321, cuando la mayoría de las fuentes refieren que sucedió el año de 1325.

De hecho, de acuerdo con las diversas fuentes consultadas, el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) asumió el 13 de marzo de 1325 como fecha de la fundación de Tenochtitlán.

Así que, de un plumazo, la fundación de Tenochtitlán cambió del año 1325 al año 1321. ¿Por qué? Porque si se toma en cuenta la fecha de 13 de marzo de 1325, que conforme a la crónica Mexicayotl y otras fuentes es cuando se fundó la Gran Tenochtitlán, ya no le hubiera correspondido al presidente López Obrador encabezar la ceremonia del 700 Aniversario. Y no es lo mismo conmemorar 700 que 696.

Y luego… ¿por qué se equivocan los políticos al referirse a los hechos históricos?