SCRIPTA MANENT — Información es poder

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Luis E. Domínguez R.

— Hace un poco más de un par de décadas en la zona Centro del Estado y particularmente en la zona conurbada de Veracruz—Boca del Río, las acciones tomadas por la entonces Dirección General de Seguridad Pública del Gobierno del Estado, a cargo de Juan Herrera Marín, habían dado como resultado una disminución muy drástica en el número de delitos que se reportaban tanto de bajo como de alto impacto. Se había trabajado desde el gobierno estatal para reforzar policías intermunicipales, entre otras acciones.

La pujante sociedad veracruzana en esa zona de la entidad marcaba entonces un ritmo de crecimiento y desarrollo importante, que se reflejaba en la llegada y apertura de empresas, comercio y actividades turísticas, culturales, sociales, y las ciudades conurbadas crecían en habitantes y opciones para toda la población y quienes decidían llegar a invertir, trabajar y vivir en ellas.

Había dinero circulando y una creciente población socializando, por lo que era urgente resolver temas de seguridad física y pública, y hasta donde recuerdo, se hizo de manera notoria y rápidamente. Los gobiernos involucrados, de los diversos niveles, hicieron la tarea y se notó..

El tema viene a colación porque en mi labor reporteril y de comunicación, que se desarrollaba en Xalapa, las entrevistas e investigaciones que nuestro equipo periodístico hacían al respecto, se reflejaron en un reportaje amplio que incluyó en sus reportes la decisión del Sector Seguridad de, ante los positivos resultados, disminuir el número de elementos en la zona conurbada y asignarlos a otras ciudades y zonas del Estado. Ya no hacían tanta falta.

Recuerdo que dimos datos y cifras al respecto del número de elementos, equipo y armamento que serían reasignados.

Lo que veíamos en la Redacción del Sistema Informativo como una nota que reconocía un logro del Estado y de las autoridades, en realidad significó un problema para la empresa informativa. El secretario de Seguridad Pública, quien ya comenté era Juan Herrera Marín y que desde entonces y hasta la fecha me distingue con su amistad, me llamó molesto y me pidió ir a su oficina, en donde me hizo ver el problema que nuestro reportaje había originado.

Los grupos delincuenciales que habían abandonado la zona mencionada, estaban regresando a las ciudades, y los índices de robo y otros delitos estaban aumentando… El enterarse de que había disminuido el número de patrullas, elementos, retenes, etcétera, había servido a los “malos” para “aprovechar” las nuevas circunstancias que favorecían su actuar.

Corregimos el tema, y entendimos lo que nos tocaba hacer como comunicadores. Así hemos ido aprendiendo la importancia de una buena relación informativa entre Gobierno y medios, y también de la necesidad de mantener datos y decisiones respecto de temas relacionados con la Seguridad, en un contexto responsable.

Por eso me preocupa, como mexicano y como periodista, el hackeo que sufrieron los servidores de la Secretaría de la Defensa Nacional, y la exposición abierta de datos e información relacionada con la seguridad nacional y sus fuerzas… Cuántos elementos, asignados a qué área y a qué servicio, con cuántas armas y de que tipo, están claros en la información que ahora es pública, según el reporte dado por Latinus y Carlos Loret de Mola, y ya retomado por otros medios nacionales e internacionales.

Al presidente, quien aceptó y reconoció el hackeo sufrido, no le preocupa. “Toda la información debe ser pública”, dijo en su mañanera de este viernes…

En lo personal, a mí no me preocupa si el señor Presidente está enfermo o sano… Cosa que López Obrador ya comentó en su mañanera aceptando como ciertas sus múltiples enfermedades, dadas a conocer por documentos de la Sedena que antes sólo la Sedena conocía.

Lo que sí me intranquiliza es que al Presidente no le preocupe que ahora todos —buenos, malos y peores— podemos enterarnos de cuántos elementos dispone el país para la seguridad de los mexicanos y visitantes.

Me preocupa que todos ahora podamos saber cuántos elementos de Seguridad están en cada carretera, aeropuerto, ciudad, colonia y barrio; en cada región, en cada estado, en cada retén, en cada cuartel y en cada esquina…

Es obvio que mi preocupación es por lo que ya les comenté que viví hace poco más de un par de décadas… Pero también, porque es así de obvio que las condiciones de seguridad del País, de cada Estado, de cada ciudad, poblado, ranchería y cada colonia, ya estaba mal, antes de que se supiera con qué se cuenta por parte de las fuerzas de seguridad…

Información es poder… Y esa información es para poder hacer frente a la inseguridad…

Pero bueno… Así soy yo de preocupón. ¿Será la edad?

Saludos!

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