SCRIPTA MANENT Mujeres necias que acusáis…

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Luis E. Domínguez R.

— En estos aciagos días en que los políticos mexicanos están cada vez más en el banquillo, más observados, expuestos en su actuación no solo por los medios formalmente informativos sino por las redes sociales cada vez más al alcance de todos y prestas a todos los temas, reales o ficticios, importantes o irrelevantes, nos enteramos por supuesto de situaciones que antes pasaban desapercibidas para el imaginario social en general.

Los debates en las cámaras que componen el Poder Legislativo, por ejemplo, están en las redes, y se pueden observar en cualquier momento, si se saben buscar. Y tuve tiempo y ganas de buscar algunos temas relacionados con la participación política de la mujer mexicana en estos días de la 4T.

La paridad ahora obligatoria, en los puestos de decisión y participación, nos ha dejado ver cómo la mujer gobierna, participa en gobiernos, y administra o participa en presupuestos oficiales. Algunas, señaladas. Otras, vitoreadas, todas observadas.

Ayer domingo por ejemplo, se concretó la toma de poder de Mara Lezama Espinosa como nueva gobernadora de Quintana Roo en sustitución de Carlos Joaquín González, y durante su primer discurso, la primera gobernadora mujer en la historia de aquel estado anunció que asumirá una “política de austeridad republicana, como la que se aplica a nivel federal, comenzando por el presupuesto de la oficina de gobierno y en el presupuesto de promoción de las acciones de gobierno”.

Y en el Estado más joven de nuestra República, comenzarán a cambiar las cosas… Pues dijo Mara Lezama que desde el primer día (hoy) “realizaremos una revisión exhaustiva de los presupuestos de las distintas dependencias de gobierno”, y que bajo su poder, su gobierno destinará el mayor presupuesto en la historia de Quintana Roo “al gasto social”.

Así que Quintana Roo se suma de plano y a lo más pleno de la 4T.

Pero no todas las mujeres políticas están en esa sintonía. Hace unos días, la senadora poblana Nancy de la Sierra volvió a ocupar espacios importantes en los medios de información nacionales.

Fue por su participación en tribuna, y el cuestionamiento que hizo de la propuesta del presidente López Obrador de militarizar las calles del País, (por decirlo mal y rápido…).

Solo para ubicarnos, recordaré que la senadora De la Sierra Arámburo, hace dos años decidió romper sus relaciones con la 4T, abandonar al Partido del Trabajo (Partido que la llevó a qué ganara con votos su escaño en el Senado), y sumarse a otros cuatro legisladores que conformaron un Grupo Parlamentario independiente al que llaman “Grupo Plural”, entonces liderado por el senador exmorenista Germán Martínez Cázares, el panista Gustavo Madero Muñoz, y el independiente Emilio Álvarez Icaza.

El tema era la inseguridad en México, y cómo el militarizar la Guardia Nacional resolvería o no las cosas: “Quiero escuchar una razón, una sola, que me diga que las cosas van a cambiar. No quiero escuchar las quejas, estoy cansada, ya estamos hartos los mexicanos y las mexicanas de buscar a nuestros hijos desaparecidos, estamos hartas de no poder regresar a nuestras casas vivas… ¿Y ustedes dicen que en esta vez no está pasando nada?

A medida que avanzaba en su mensaje, su rostro y sus expresiones corporales enfatizaban su molestia. Insistía en que con el Ejército en las calles a cargo de la ‘seguridad’, las más afectadas han sido las mujeres: “Porque desafortunadamente las detenciones a las mujeres del ejército no son las correctas, y muchas se quejan de violaciones sexuales”.

“Yo vengo a decirles que, si me dan una razón, una sola, en el grupo de Morena, del PT o del Verde, para militarizar al país y entregarle a la Sedena la Seguridad Pública, votaré a favor. Díganme qué va a cambiar. No me hablen de estadísticas, no me hablen del pasado, háblenme del presente y del futuro para nuestros hijos, porque aquí vivimos”.

No hubo respuestas, no le ofrecieron argumentos… Y entonces dejó de dirigirse a los senadores, y se dirigió a nosotros: “Estoy parada aquí para que tú me ayudes a transmitir que las cosas que dicen éstos -los senadores aliados de la 4T-, son mentiras. Estoy molesta porque yo creía en el discurso esperanzador del 2018, porque yo era parte de esa Cuarta Transformación. Porque yo fui a pedir el voto y soy senadora por el voto de esperanza que los mexicanos —esos 30 millones— le dieron al presidente López Obrador.

“Yo no gané por quién era. Gané por esa esperanza que sembró en nosotras y nosotros… Pero que sigan con sus discursos, porque hoy, 11 mujeres no regresan a su casa. ¿Cuántos desaparecidos quieren para hoy? Las estadísticas son de 700 al mes…”.

A diferencia de a otras mujeres que ocupan la tribuna más alta de la Nación, a Nancy de la Sierra no la interrumpían, no le gritaban que se callara… Por eso llamó mi atención su mensaje.

Senadores, “regresen a su casa. Vayan a sus colonias. Vayan con el pueblo de México. Atrévanse a verlos a los ojos, y díganles que estamos haciendo las cosas bien… No señores, no venimos a eso al Senado. Venimos a procurar de cualquier forma sacar adelante este México y con esos discursos de odio, de división, no lo vamos a lograr”.


Otra mujer dedicada a la política que renunció a seguir el camino de la Cuarta Transformación es la también senadora Lilly Téllez, quien la semana pasada levantó la mano y anunció que realizará una gira nacional de cara al proceso electoral de ese año. Esto es, buscará la candidatura del PAN a la Presidencia de la República.

La también periodista, que inició este sexenio en la bancada de Morena y luego abandonó el partido para dar el brinco al PAN, señaló que buscará unir a la ciudadanía que no está a favor de la Cuarta Transformación para derrotarla en los comicios federales que se llevarán a cabo en menos de dos años.

María Lilly del Carmen Téllez García, ha sido desde su salida de Morena, una de las más críticas de la Cuarta Transformación en el tema de la inseguridad que vivimos: “¿Cuántas áreas de nuestro país están en manos del crimen organizado? Desde el Senado conocí a Morena y me di cuenta que la oposición tenía la razón. Duele e indigna ver cómo están pagando tantos mexicanos con su salud y con sus vidas, Esto es al revés de lo que se prometió y nadie me lo puede contar”, ha insistido.

En una de sus últimas participaciones en el Senado, hizo un reconocimiento a “un periodista en particular, un periodista muy valiente que ha estado publicando información de interés nacional: Héctor de Mauleón, que nos ha advertido y que ha dado seguimiento a un caso gravísimo aquí en el Senado de la República, y es referente al senador José Narro”.

El senador Narro es parte de la Mesa Directiva y se encontraba en aquella sesión, y escuchó: “Senador Narro: usted ha sido exhibido en una fotografía departiendo alegremente con Américo Villarreal —Gobernador electo de Tamaulipas— y con un narcotraficante, eso es de suma gravedad. En su caso su presencia en esta Mesa Directiva ensucia; su presencia en el Senado con su fuero y ostentando un cargo como senador ensucia al Senado y ensucia a la política nacional… Que usted alegremente conviva con un narcotraficante, que no oculte su adicción al dinero no solo del erario, sino al dinero sucio, al dinero proveniente del narcotráfico… hágase a un lado y permita que la Fiscalía lo investigue… aquí los de su bancada lo protegen y hacen como que no pasa nada, y en alguien debe caber la dignidad. Lo conminó a que usted la tenga”.


Y termino esta participación comentando que entre los nombres de mujeres que suenan como posibles candidatas a las elecciones presidenciales de 2024, apareció en las últimas semanas el de la senadora PP ir Tlaxcala Beatriz Paredes, de 69 años de edad.

La posibilidad de que ella logre la nominación despertó el regocijo de algunos sectores de su partido, el PRI, pero también el de grupos de la oposición que la ven como una figura estable.

Paredes Rangel, quien se describe a sí misma como feminista y vanguardista, es otra de esas mujeres bravas, directas, y que sin temor continuarán ocupando espacios mediáticos por la forma valiente en que se dirigen a sus adversarios, al gobierno y al pueblo.

Con razón o sin ella —eso se lo dejo a mis lectores decidir— pero hay mujeres que están demostrando valentía y coherencia.

Sigamos escuchando y observando a mujeres comprometidas con su quehacer político. Hoy no se trata de estar o no de acuerdo con ellas, sino de reconocer que, con ellas, también se está escribiendo la Historia de nuestro México lindo y qué herido.

Saludos.

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