SCRIPTA MANENT – Tiempo y recursos perdidos a lo idiota

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Luis E. Domínguez Rangel

Voy a compartir con ustedes un recuerdo:
Hace algunas décadas, cuando se iniciaron los trabajos de explotación marina en la sonda de Campeche, aquellos años en que el presidente López Portillo decía que los mexicanos “teníamos que acostumbrarnos a vivir como ricos”, participé en una visita a la zona petrolera de Tabasco, a la que asistieron representantes de gobiernos de Asia… estaba México promoviendo su petróleo.

Desde la terraza de la Casa de Visitas en Ciudad Pemex, en donde se atendía a los extranjeros visitantes, se alcanzaban a ver decenas de mecheros en todo el horizonte… grandes teas encendidas y el negro humo que generaba cada tea permanente, hacía más negro el cielo de aquella noche en Tabasco.

La quema era permanente. Mientras el pozo produjera petróleo, el gas se quemaba y eso era durante años, en cada pozo, y desde el punto donde estábamos se veían decenas… se quemaban permanentemente los gases excedentes que no alcanzaba la industria a contener y aprovechar.

El espectáculo era interesante… la casa de visitas de Pemex estaba junto al río Grijalba, que si bien nace allá en Guatemala, sube hacia el Norte y es en Tabasco uno de los más importantes.

Recuerdo que uno de los visitantes, que insisto eran representantes de gobiernos asiáticos: China, Japón, Corea… preguntó entonces: ¿Porqué en lugar de quemar todo ese gas, no lo aprovechan para generar energía y enviar agua dulce al desierto de Chihuahua… a Durango, y convierten esos desiertos en zonas productivas de alimentos?

Esa pregunta me ha acompañado por décadas… Y cuando tuve oportunidad de conocer Durango, Sonora, Chihuahua, incluso la Sierra Gorda de Querétaro y de Guanajuato, lugares semidesérticos y desérticos, vuelve a mí ese dantesco escenario de quemazón y desperdicio de energía que estoy seguro todavía continúa… y reconozco con tristeza cómo hemos desperdiciado, durante décadas, el potencial de nuestro país.

También he tenido oportunidad de conocer kibutz, y aquellos lugares en los que, por hambre, por necesidad y con esfuerzo, los israelitas convirtieron desiertos en grandes plantaciones, desalinizando el agua de mar, forzando a la naturaleza a cambiar su inhóspito suelo en un terreno productivo… y donde antes sólo había mar y arena, hoy se produce tanto, que Israel luego de abastecer sus requerimientos nacionales, exporta granos, vegetales y hasta flores…

Es obvio lo que nos faltó a los mexicanos…

Ayer estaba conversando con la senadora con licencia Beatriz Paredes Rangel, en ocasión de su próxima visita a Xalapa. Sus comentarios me hicieron pensar que todavía tenemos oportunidad de aprovechar la inigualable riqueza, hoy mermada pero no extinta, de nuestro Veracruz.

Beatriz Paredes, quien ha sido embajadora, gobernadora, secretaria de Estado y hoy nuevamente legisladora, afirma que, en este presente, es indispensable anteponer el interés superior de Veracruz a las facciones partidistas y a las facciones políticas.

Todavía es Veracruz una entidad federativa con un extraordinario potencial en prácticamente todos los renglones de la actividad económica, y es indispensable cerrar la brecha entre los sectores de más alta marginación y los sectores de punta.

Si bien hay todo un tema de equidad social que hay que trabajar, también debemos crear un conjunto de proyectos que permitan tener el gran trazo para el presente y el futuro de Veracruz con una perspectiva de planeación de corto, mediano y largo plazo.

Paredes Rangel, en su convicción “absolutamente federalista”, dice estar convencida de que Veracruz requiere de una Federación amistosa, que sea recíproca con toda la aportación que el Estado le ha dado al país y le sigue dando.

Porque desde hace décadas y en los últimos años, no obstante el esfuerzo que realizan los veracruzanos y a pesar de su actual gobierno, no hay la misma decisión del gobierno federal para respaldar a Veracruz, y la afectación que producen los cada vez más constantes conflictos de política local, la inseguridad y las situaciones que han afectado al campo, que sigue sin políticas agropecuarias asertivas… lo único que hacen es agrandar la brecha entre los sectores sociales y aumentar la pobreza extrema.

El mismo Veracruz que con el gobernador Acosta Lagunes ganara las batallas del azúcar, del arroz, que aumentara la producción agropecuaria provocando convertirnos en exportadores… es el mismo Veracruz que hoy consume frijol, maíz, azúcar importada…

Me sumo a Beatriz Paredes cuando dice que, por desgracia para los veracruzanos, las últimas administraciones estatales han estado más enfocadas en temas de conflicto, cuando hay grandes obras que se tienen que gestionar, pero para ello es menester también contar con un gobierno federal con una verdadera convicción federalista y el que tenemos hoy no lo es… y no lo es porque es más común ver que la administración estatal e incluso las municipales, se ven obligadas a regresar dinero a la federación a través de esa grosera y estúpida actuación llamada “subejercicios”, que enterarnos de que el gobierno federal hace alguna obra o acción importante en el Estado.

Son situaciones que quienes tienen interés de gobernar a México, de gobernar a Veracruz, deberían estar aceptando, comentando y proponiendo, en lugar de hacer campaña grillando, denostando, dividiendo y agrediendo.

Pero también son situaciones que quienes vamos a decidir con nuestro voto en el 2024 quién nos va a gobernar , debemos tomar en cuenta.

Así las cosas.

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