AL PIE DE LA LETRA — Sara Lovera: ¿A quién irritó?

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Raymundo Jiménez

Anteayer, martes 18, fue hackeada la página digital SemMéxico.mx, un portal de noticias que surgió hace ocho años con una perspectiva feminista, plural e incluyente y que se sostiene con el esfuerzo de todas sus colaboradoras y trabajadoras, especialmente de su directora, la periodista Sara Lovera, ex reportera de La Jornada y articulista de otros diarios capitalinos, entre ellos Ovaciones.  

Pero lo grave no fue que tomaran el control del portal digital –que no es el primer ataque, ya que en los últimos seis meses hubo al menos 10 intentos de tirarlo–, sino la amenaza que dejaron a Lovera López estos delincuentes anónimos: “Nuestro mensaje para usted es que cometió un error y es hora de pagar el precio. Somos despiadados. Nosotros no perdonamos. No olvidaremos…”

Y como para inducir sobre su presunta tendencia ideológica, los atacantes se identificaron así: “Somos los protectores de la religión y la patria”.

Sin embargo, allegados a la directora de SemMéxico.mx no descartan que esta intimidación pudiera provenir del grupo de poder más radical que está disputando la candidatura presidencial de Morena.

Y es que casualmente ese mismo día, desde muy temprano, algunos diarios de la Organización Editorial Mexicana (OEM) publicaron un texto titulado “La Coyuntura”, en la que la aguerrida feminista exponía que “hay una trampa en el sistema del patriarcado” y que no existía “nada más complejo que explicar cómo y cuándo las mujeres deben, pueden o es ético apoyar a otra mujer, sólo por ser mujer”.

“Han empezado a surgir opiniones y razonamientos, desde los hombres que ocupan espacios como este, sobre por qué se apoya o no a alguna de las ‘corcholatas’, con un fundamento del todo equivocado (…)

“Nosotras decimos con las italianas, hace cuatro décadas, que cuerpo de mujer no garantiza. Que una mujer subordinada a su jefe político, a su marido o a su jefe de empresa y acrítica sobre la condición de otras miles o millones de mujeres no llena la aspiración que tenemos de transformar al mundo. Una mujer enajenada, sin visión de mujer, repetirá el modelo, esquema, forma de actuar y gobernar de los hombres.

“Esas mujeres están enajenadas. Les sucede algo parecido al síndrome de Estocolmo, donde la víctima desarrolla un vínculo positivo hacia su captor, como respuesta al trauma del cautiverio, observado en diferentes casos, tales como secuestro, esclavitud, abuso sexual, prisioneras de guerra o violencia de pareja.

“Por ello, desde el feminismo no podemos apoyar, por ética y affidamento, a cualquier mujer, sino aquellas con una visión comprometida con las necesidades y aspiraciones de todas las demás, desde una perspectiva feminista, dispuestas a luchar contra la discriminación femenina y la exclusión, a defender los derechos humanos y oponerse a quienes colocan a las mujeres como objetos sexuales o sus cuerpos para el comercio.

“Si las que aspiran al poder cumplen, acatan o admiten reglas, acciones, errores o manipulación del patriarcado, no podemos apoyarlas. Es claro: queremos mujeres con conciencia.

“Se ha probado que muchos hombres intentan, propician, empujan políticas de justicia para las mujeres. Es decir, no es antifeminista apoyar a un hombre que es mejor que una mujer en el terreno de la democracia genérica. Hay que pensarlo. Veremos…”

¿Quién se habrá dado por aludida?

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