CONTRAPUNTO — LOS DICHOS DE ADÁN

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Por Juan José Contreras Lara

En septiembre iniciará formalmente el proceso electoral 2023/2024 que nuevamente será concurrente, es decir, los votantes elegirán simultáneamente autoridades tanto federales como estatales, en prácticamente todas las entidades de la república.

Así, el 2 de junio del año próximo tanto el Instituto Nacional Electoral como los Organismos Públicos Locales de Elecciones, tendrán la responsabilidad de organizar y llevar a cabo la jornada en la que los mexicanos renovaremos tanto los poderes Ejecutivo y Legislativo federales, como buena parte de los poderes estatales.

Estarán en juego la presidencia de la república, 128 senadurías, 500 diputaciones federales, nueve gubernaturas, 31 congresos locales, más de 1400 ayuntamientos, 16 alcaldías de la CDMX y 24 juntas municipales.

En el caso particular de Veracruz, habrá elección de gobernador y diputados locales porque las alcaldías serán renovadas un año después, en 2025, ya que Javier Duarte de Ochoa promovió en 2011 la modificación del artículo 70 de la Constitución Política del estado, para ampliar un año los periodos municipales, por así convenir a sus intereses, echando abajo la homologación de los comicios lograda en el año 2000, durante el gobierno de Miguel Alemán Velasco.

La gran cantidad de posiciones que estarán en juego está atizando el que no tengo duda es el deporte preferido de muchos: el futurismo. Esto genera que con un ritmo casi esquizofrénico todos los días padezcamos una avalancha más propagandística que informativa, generada por quienes aspiran a alguna candidatura, que son cientos nada más aquí en la entidad.

Esta semana, por ejemplo, los reflectores han sido para Adán Augusto López Hernández, el secretario de Gobernación, una de las “corcholatas” de Andrés Manuel López Obrador para sucederlo en la presidencia. El martes estuvo de nuevo en Veracruz, pero esa no fue la nota, la nota fue que prácticamente “destapó” a Sergio Gutiérrez Luna, el diputado federal minatitleco que aspira a la gubernatura.

Entre lo que dijo, y dijo mucho, señaló en referencia a Gutiérrez Luna, quien fuera presidente de la Mesa Directiva de la Cámara: “es uno de los diputados que más destaca, pero el problema para muchos, -porque así es esto de la política-, es que los que lo malquieren, no es no tenga presente o una trayectoria, sino que lo que no quisieran algunos es que tenga futuro, y ahí sí se van a topar con pared”. 

En el intenso rejuego por la candidatura, no creo que el secretario de Gobernación se haya atrevido a tirar una línea tan clara, sin haber consultado con ya saben quién. Estoy convencido de que no es tan torpe. Esta reflexión seguramente también la hicieron en el palacio de gobierno en Xalapa, donde ayer no los alcanzó a calentar para nada el tibio sol invernal.

¿CUÁL JUSTICIA?

En un hecho que vuelve a exhibir el talante arbitrario y represor del gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, fueron detenidas en Xalapa las trabajadoras de la Secretaría de Salud, específicamente de la Dirección de Protección Contra Riesgos Sanitarios, Norma Hernández Casas y Yelitza Pereyra Díaz, quienes recientemente encabezaron manifestaciones pacíficas de protesta, en reclamo de beneficios a los que tienen derecho. 

No obstante que tanto ellas como otros quince trabajadores fueron dados de baja a raíz de esas movilizaciones y otros treinta fueron puestos a disposición de la Dirección de Personal de la dependencia, ahora fueron detenidas con lujo de violencia en las instalaciones de su sindicato, por elementos ministeriales, quienes ni siquiera les leyeron sus derechos.

También en la capital del estado integrantes de los colectivos Unidos por la Paz Veracruz y Familiares Enlace Xalapa, conformados por familiares que buscan a decenas de personas desaparecidas en los últimos años en diversas zonas de la entidad, reprocharon al gobernador que haya faltado a su palabra pues al asumir el poder se comprometió a atender su causa y ahora las ignora.

Además, tildaron de mentirosa a la fiscal estatal, Verónica Hernández Giadáns, pues ha afirmado que las mesas de trabajo con las organizaciones sociales dedicadas a la búsqueda de personas continúan permanentemente, lo que aseguran es totalmente falso, pues llevan tres años suspendidas.

Finalmente, María Elena Gutiérrez Rodríguez, integrante del Colectivo Buscando a Nuestros Desaparecidos y Desaparecidas Veracruz, aseguró que actualmente en la entidad existen más de mil cadáveres sin identificar en numerosas fosas comunes, debido al nulo interés de las autoridades para atender el tema.

Denunció que no existe control sobre las inhumaciones y exhumaciones en el estado, por lo que es muy complicado cotejar información fidedigna con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas. Incluso agregó hay lugares donde grupos criminales utilizan esas fosas comunes, que más bien son clandestinas, para arrojar los restos de sus víctimas, lo que es una verdadera atrocidad.

Son tres temas distintos y una sola pregunta: ¿Dónde queda la justicia en Veracruz? 

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