DESDE EL CAFÉ — A estas horas ya debe de ir bien lejos
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Pero no concluyó la encomienda porque ayer por la noche el regiomontano Hugo Gutiérrez Maldonado presentó su renuncia como Secretario de Seguridad Pública y se fue. En el tercer párrafo de su dimisión dirigida al gobernador le dice: “…Y como bien usted conoce mi situación personal, debo atender cuestiones muy personales que me reclaman e impiden seguir destinando todo el tiempo que este encargo demanda…”.
¿Será? A Hugo Gutiérrez le empezó a trepidar el suelo cuando el hackeo de Guacamaya a la Sedena puso al descubierto su probable colusión con la delincuencia organizada. A pesar de que en su dimisión dice que deja un estado más seguro que cuando llegó, la realidad lo desmiente. Deja un Veracruz ensangrentado y a una de las policías más podridas del país.
Durante su mandato elementos de la SSP fueron acusados de matar a golpes a dos detenidos en el cuartel de San José; pero también han sido denunciados por extorsión, abuso de autoridad, brutalidad policiaca, robo, amenazas e incluso por asesinar y desparecer a sus compañeros.
La semana anterior policías ministeriales detuvieron a Alan Ciprián, director operativo de Seguridad Pública; a Ricardo de Jesús, delegado de Seguridad Pública en Veracruz y a dos elementos más por su probable participación en la desaparición forzada de Juan Alan Cuetero “El Archie”, que trabajaba en el área operativa de la SSP. Todo apunta a que elementos de la propia SSP lo emboscaron el 29 de mayo y desde entonces no se ha vuelto a saber de él.
¿Por qué lo desaparecieron? Esa es una pregunta para la que aún no hay respuesta, pero cuando se conteste es posible que embarre a Hugo Gutiérrez. Bajo el mando del regiomontano la policía estatal, que ya era corrupta, se corrompió más y también todo apunta a que está aún más infiltrada por la delincuencia. “Encontró una policía pésima, pero la dejó peor de tanto que la prostituyó”, me comentó una fuente de la propia SSP.
En su carta de renuncia presume que hace unos días López Obrador dijo que Veracruz es un estado más seguro. Como si fueran dignas de crédito las palabras de un mitómano. Nada habló de las masacres, los cercenados, los feminicidios, los homicidios dolosos, los secuestros y desapariciones forzadas ocurridas en los cuatro años y meses que estuvo como responsable de la SSP. Nada dijo de la casi nula protección que brindó a los veracruzanos. Nada habló de la impunidad de la que gozan los elementos de la SSP, de la mala calificación que tienen a nivel nacional y del pavor que provocan en algunos municipios.
Hugo Gutiérrez simplemente agarró sus chivas y se fue porque le dijeron que lo mejor para él era que se largara. Y a estas horas ya debe ir lejos, bien lejos, no sólo del estado en el que prometió vivir, sino de la temida prisión de Pacho Viejo.
Ni farolón ni farolero